Por Lisbet Mejías El peor problema que yo le veo a esta nueva oposición cubana es que intentan vendernos la idea de que son anticastri...
Por Lisbet Mejías
Me refiero concretamente a las
declaraciones recientes de Félix Llerena y Saily González Velázquez (más
conocida por Saily de Amarillo, cofundadora junto a Yúnior García del proyecto
Archipiélago y la NO protesta del 15 de noviembre #15nada), quienes han
criticado ferozmente al presidente Donald Trump acusándolo de perder el respeto
por el mundo libre y de desprestigiar a los políticos cubanoamericanos y
calificando al mandatario de UN ASCO.
La razón de estos comentarios,
según estos personajes oscuros, es que el presidente Trump, que en el momento
que escribo este articulo cumple, exactamente, un mes de haber juramentado
sobre una Biblia, defender la Constitución de EE UU, ha considerado al
ucraniano Volodymyr Zelensky como presidente ILEGÍTIMO de ese país y que, por
tanto, no tiene ningún derecho a asistir a las conversaciones de Paz que se van
a efectuar con el mandatario ruso Vladimir Putin.
El odio a Putin nos viene igual por el mal enfoque que está haciendo la oposición cubana. En ningún momento la extinta Unión Soviética invadió a Cuba. Fue Fidel Castro quien se la entregó a los soviéticos en despecho al desaire que le hicieron durante su visita a Washington en 1959 cuando fue ignorado por el presidente Dwight D. Eisenhower que evitó el encuentro para solo ser recibido, diplomáticamente por el entonces vicepresidente Richard Nixon. Lean la historia que ni siquiera eso hacen estos “sapingonautas”.
Para Saily y Félix Llerena ha sido muy fácil
llamar dictador a Trump y a Putin, pero su desconocimiento de los derechos
constitucionales los pone en el plano de la ignorancia política. Olvidan
que el pasado año Zelensky prohibió las elecciones en Ucrania bajo la
justificación de estar en un conflicto bélico, pero lo que pocos saben es que
ese argumento NO está contemplado en la Constitución de esa nación.
Por lo tanto, si Saily y Félix Llerena quieren hablar de dictadores no deberían mencionar a Trump porque fue electo por el pueblo y juramentó hace un mes defender la Constitución estadounidense. Zelensky, por el contrario, desconoció la ley de su país y no solo eso, sino que ilegalizó una decena de partidos políticos, encarcelando a sus principales opositores, justificando así el problema de la guerra. ¿Y a quién se nos puede parecer? … me pregunto yo.
Si una Constitución no recoge anular las elecciones y un presidente lo hace de un plumazo y a pepe cojones, sin el debido procedimiento legal, estamos en presencia de un dictador. Como también ocurre en otros presidentes que presionan cambiar las Cartas Magnas para seguir en el poder como ha sido el caso de Putin, que permanecerá en la presidencia hasta el 2036 porque en el 2020 hubo enmiendas a la Constitución rusa para permitirlo. La única diferencia es que el ucraniano lo hizo unilateralmente, como lo hace cualquier dictador y en el caso ruso al menos hicieron el paripé de darle al pueblo la opción de reelegir a su tirano.
Si la Constitución no permite anular las elecciones y un presidente lo hace, demuestra no solo abuso de poder, sino que está consciente de la ignorancia de su pueblo en materia constitucional y por eso lo aplica sin consecuencias legales. De ser un pueblo y inteligente y conocedor de la Ley, presidente que viole la constitución, terminaría en la cárcel como sucedió con el peruano Alberto Fujimori o, más recientemente, llevado a las cortes tal y como hicieron con Trump el pasado año.
Algo parecido sucedió en EE UU
con el demócrata Franklin D. Roosevelt que fue elegido para cuatro términos
consecutivos, desde 1933 hasta su muerte en 1945. Esto ocurrió porque, en esa
época, no existía un límite constitucional explícito que restringiera el número
de mandatos presidenciales y estaba justificada la reelección porque el país
estaba involucrado en un conflicto bélico como la Segunda Guerra Mundial. Y he
ahí la importancia de seguir una Constitución que evita tiranías.
Tanto Saily, como el resto de
estos nuevos opositores que ahora son los llamados por el Departamento de
Estado americano para encabezar el cambio fraude que se avecina en Cuba, se nos
venden como de derechas, pero siguen tendencias socialdemócratas sin entender
cuestiones básicas para garantizar libertades plenas en nuestra nación, entre
ellas la necesidad de recuperar la Constitución de 1940 que las garantizaba
tanto para zurdos como para republicamos.
Llamar a Trump dictador es una
estupidez de estos opositores, que ahora andan medio confundidos porque el
mandatario ha dado un mensaje muy claro de que el problema de Cuba no le
interesa porque sabe que su oposición es peor y tan zurda como el régimen. Por
eso vimos en qué paró el problema venezolano hace solo unos meses…. ¡En nada! Trump igual se ha desentendido de esa oposición de Miami a la que le prestó
algo de atención en su mandato anterior, pero al parecer ya se dio cuenta de
que todos son cualquier cosa menos republicanos y específicamente parásitos de
los Grants.
Estos mismos personajes tienen
una carencia de entendimiento de lo que significan los derechos
constitucionales. Muchos vienen aqui como Saily a estudiar Hotelería y
lejos de entender cómo funciona un estado de derecho constitucional, siguen la
misma tendencia de la socialdemocracia, dándose la lengua con administraciones
demócratas que es la que ha impulsado más el cambio fraude para los cubanos.
La oposición aparenta NO entender
la importancia de los derechos constitucionales, por ende, están
dispuestos a trabajar con la Constitución del 2019 donde el PCC eternamente quedará
por encima de todos y de todo, supuestamente incluyéndolos a ellos. Y en dicha Constitución ni siquiera explica
cómo se podría hacer un plebiscito en la isla que solo podrá tener lugar por
decreto, es decir un plumazo a última hora del tirano de turno. ¿Ahora
entienden cuán contradictorios son?
Muy a mi pesar, Cuba está
condenada a vivir en Dictadura porque su pueblo, el régimen y estos opositores
NO entienden ni un carajo cómo debe funcionar una nación bajo su Carta Magna de
1940 que la define como República Constitucional.
Esa es la razón también de por
qué Miami es otra República Bananera porque sus políticos, los medios de prensa
tradicionales y digitales y sus líderes en las redes sociales cojean del mismo
pie y se dicen y contradicen todo el tiempo ante una población en el exilio que
asume la ciudadanía americana sin saber de que va el privilegio del pasaporte
azul que todos presumen en redes sociales.
Estos que critican a Trump los he
visto aplaudir al otro aprendiz de dictador como el presidente salvadoreño,
Nayib Bukele, que igualmente se pasó la Constitución de su país por donde NO da
el Sol, para ganar otro mandato bajo la justificación de que, si bien es válida
como su combate frontal a la inseguridad y las pandillas, siembra un mal
precedente para garantizar el respeto constitucional que siempre es la guía de
cualquier país. Y todavía los cubanos piden a gritos un Bukele para Cuba lo que
demuestra que el cubano no puede vivir sin un tirano.
Así que vuelvo a preguntar, ¿quién
es más dictador, Trump, Zelensky o Putin? Creo que es mucho pedir, como dicen
mis seguidores en las directas que hago. No se entiende que los cubanos que se
dicen de derecha apoyen también no solo a dictadores sino a esta nueva
oposición que tiene un marcado lenguaje socialdemócrata y que en eso han caído
desde Carlitos Madrid hasta el Tato y comparsa.
Cierro este articulo recordándoles
a todos las palabras de José Martí en su ensayo Nuestra América cuando
escribió: "República no es sinónimo de justicia, sino de forma en que
la justicia puede alcanzarse (…) La república ha de ser la igualdad de derecho
y la libertad del hombre en su tierra".
Como siempre digo:
#MuyFuerteTodo.
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