Por Lisbet Mejías Aventura,Fl.- Elon Musk asumirá en el nuevo gobierno de Trump la Dirección del Department of Government Efficiency (DOGE)...
Por Lisbet Mejías
Aventura,Fl.- Elon Musk asumirá en el nuevo gobierno de Trump la Dirección del Department of Government Efficiency (DOGE) y creo que entre sus prioridades debería aparecer la auditoría a la USAID y, en especial, el otorgamiento de grants a proyectos sobre la libertad de Cuba.
La tesis es que esos proyectos no han traído ningún resultado factible y sí muchos cuestionamientos de corrupción y desvío de fondos federales hacia intereses particulares de quienes los reciben y de sus cómplices.
El caso más reciente fue el escándalo destapado por el luchador y expreso político Armando Valladares sobre el Dr. Orlando Gutiérrez, líder de la ONG Directorio Cubano para la Democracia precedido por la denuncia del opositor Ariel Ruiz Urquiola y su denuncia contra el escritor cubano Orlando Luis Pardo Lazo, que dejó en evidencia la presunta complicidad de Rosa María Payá y de Frank Garzón por obtener una mirringa suma de 10 mil dólares. Pero ahora vemos que las grandes ligas son las de Orlando Gutiérrez Boronat y sabe Dios cuántos más.
La revisión de la documentación del Directorio Cubano reveló que esa organización ha recibido unos 100 millones de dólares desde el 2001, de los cuales poco o nada ha llegado a Cuba.
Musk ha prometido fiscalizar a las ramas del Gobierno para ver gastos, corruptelas y desvío de recursos.
El nuevo DOGE, asistido también por Vivack Ramasuami, debería tener como una de sus prioridades la revisión de los grants otorgados a proyectos cubanos que no han tenido el más mínimo resultado a pesar de que lo ponen como requisito para acceder a ellos.
Solo en 2021, la USAID ha mencionado cifras como un millón de dólares para proyectos de subversión, 6.669 millones para fomentar el cambio de régimen y un total de más de 200 millones de dólares para proyectos anexos y yo pregunto… ¿Qué se ha logrado?
Hay que revisar quiénes son los encargados en la USAID o en el Departamento de Estado de otorgar, año tras año, las ayudas a los mismos de siempre, a pesar de denuncias y escándalos.
Ni siquiera en el 11J estos proyectos tenían un plan para restituir la democracia en Cuba y sacar del poder a la dictadura dejando en evidencia a todos estos grupos que reciben grants y sobre la ineptitud cuando dio la mejor de todas las oportunidades. No tenían siquiera plan B ni muchos CD y J.
Elon Musk quizás no tenga idea de que esto está sucediendo, porque es entendible que el problema cubano no está en sus intereses, pero alguien debe hacérselo saber.
Y no como queja, sino como exigencia de cubanos libres que pagamos impuestos para que ese dinero sea ofrecido a líderes sin escrúpulos.
Así que ahora podemos ver quién es quién: los que denunciemos y los que no se subirán a este tren de la moral cívica para con Cuba sencillamente porque verán en peligro sus intereses que como reflejo de mi tesis Cóncavo y Convexo pudiera verse reflejado en las arcas en la otra orilla del estrecho de la Florida.
Martí dijo que «Patria es ara, no pedestal». Por un minuto, hagámosle caso al maestro. Los que han vivido del cuento cubano y reciben dinero federal tienen que parar.
Exijamos que se revise el otorgamiento de grants a proyectos cubanos y que se exijan resultados reales y no se justifiquen más en tener papeles al día o justificar gastos en horas de vuelo y ceremonias políticas protocolares sin ningún tipo de resultados para el pueblo.
Cuba no aguanta más y es vulgar que sigan lucrando con ese dolor.
Elon Musk y Vivek nos están dando una oportunidad. Debemos unirnos en un movimiento que de algún modo les haga llegar el reclamo.
Bienvenidas las ideas para conseguirlo.
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